Ser el segundo plato de nadie es lo que no quiero.

Estoy harta de que todos me vean como una niña, que tomen mis decisiones por mí, que me traten como si yo no tuviera voto en mi vida, que me tengan de segundo plato. Solo quiero decir BASTA. Que yo no soy el segundo plato de nadie, que estoy harta de que todos organicen mi vida menos yo, que me quiten las ganas de hacer algo solamente por decir la frase incorrecta en el momento incorrecto, que no pueda pasar un día  sin llorar por las noches diciéndome lo tonta que soy y lo imbécil que seguiré siendo. Porque igual que hay gente que te ayuda, que te apoya, también hay gente que te quita las ganas de vivir.